miércoles, 18 de noviembre de 2009

fuenteovejuna















Fuenteovejuna es una obra teatral en tres actos escrita por Lope de Vega, una de las más importantes de su prolífica carrera creativa. Representada en tres actos en donde, en el primero se presentan los hechos y las circunstancias, en el segundo se van desarrollando los hechos y en el tercero se resuelven.
Fuenteovejuna es una obra de contenido social y reivindicativo. Presenta la rebelión del pueblo, unido ante la tiranía y la injusticia expuestas crudamente a finales del siglo XV principios del XVI; la obra está escrita en
1610 y se puede considerar de una gran valentía y de carácter pedagógico.
Los hechos se desarrollan en el pueblo
cordobés de Fuente Obejuna en época del reinado de los Reyes Católicos, 1474 - 1516.
Hay constancia de que la obra de teatro se ha representado en Fuente Ovejuna (son correctas las cuatro formas de escribir el topónimo: con -b- o con -v-, junto o separado) desde
1935 varias veces por grupos de teatro profesionales de prestigio en la plaza de la localidad (los años; 1935, 1956 y 1962), con los vecinos participando sólo como "extras". En 1987 se acordó que la obra sería representada exclusivamente por los vecinos en 1992, habiéndose representado desde entonces por los vecinos en seis ocasiones (los años; 1992, 1994, 1997, 2000, 2004 y 2006), aunque la dirección teatral se ha mantenido en manos de profesionales prestigiosos. Con ello se ha cumplido un sueño añorado por muchos mellarienses: la representación de "Fuenteovejuna, en Fuente Obejuna y por Fuente Ovejuna"










Tema:





El tema principal es el levantamiento del pueblo contra el abuso de poder del Comendador. Se plantea un conflicto social entre el señor feudal y sus vasallos. Ya en el primer acto queda esbozado el tema al querer el Comendador abusar de Laurencia y quedar reflejado el derecho de pernada.
El pueblo no se propone cambiar el
sistema social, busca, simplemente, justicia y para ello la toma de su mano y luego la pide a los reyes que avalen su acción.
La unidad de todo el pueblo es la base del triunfo. No hay ningún vecino que, aun bajo tortura, señale al autor directo de las muertes, es el pueblo el que se rebela y ejerce la justicia, como se puede ver a las preguntas del juez se responde...
La respuesta a la pregunta del juez se mantiene ¿Quién mató al Comendador? / Fuenteovejuna, Señor / ¿Quién es Fuenteovejuna? / Todos a una, Señor. Llegan los reyes y restablecen el orden al reconocer la justicia del proceder del pueblo de Fuente Ovejuna. Se contrapone el amor cristiano de Frondoso por Laurencia y el deseo lascivo del Comendador.

El triunfo ante la injusticia y el respaldo del poder a la misma finalizan alabanzas a los reyes y gritos contra la tiranía
Los temas que tejen el resto de obra son el amor y la ambición. Los amantes, Laurencia y Frondoso luchan por su amor contra las interferencias del Comendador. El abuso de poder mostrado por el Comendador tiene como contrapunto la actitud del pueblo, que no ansía poder sino justicia.










Personajes:





La Reina Doña Isabel de Castilla.
El Rey Don Fernando de Aragón.
Rodrigo Téllez Girón: Maestre de la Orden de Calatrava.
Fernán Gómez de Guzmán: Comendador mayor.
Ortuño y Flores: Criados del Comendador.
Don Manrique.
Un Juez.
Regidor 1.º y Regidor 2.º, Ambos de Ciudad Real.
Regidor de Fuenteovejuna.
Esteban y Alonso: Alcaldes de Fuenteovejuna.
Laurencia, Jacinta y Pascuala: Labradoras.
Juan Rojo, Frondoso, Mengo y Barrildo: Labradores.
Leonelo: Licenciado en Derecho.
Cimbranos: Soldado.
Un muchacho.
Un soldado.
Labradoras y Labradores.
Músicos.
Acompañamiento.









PRIMER ACTO:






Entre donde se contextualiza la obra, mostrando los sucesos que ocurren el pueblo y a sus lados. Empieza con la llegada del Comendador a la casa del Maestre junto con dos de sus hombres de confianza. El maestre lo recibe y empiezan a entablar una conversación en la cual se trata el tema de la conquista de Ciudad Real por las tropas a las órdenes que éstos ostentan con objeto de liberar dicha ciudad para el rey, siendo ésta un punto estratégico muy preciado entre Castilla y Andalucía.
En este momento se ve el carácter de personaje del Comendador por ciertas frases ilícitas que este sugiere al Maestre. En todo momento Fernán Gómez recuerda al joven Maestre la forma que obtuvo su puesto por mediación de la abdicación de la muerte de su padre y que después de la muerte de éste su gobierno quedó mediado por la supervisión de otra persona que prontamente falleció, y ahora en su todavía juventud él tiene que gobernar sin ningún consejo, ni supervisión. Esta juventud (cosa que recalca Lope a lo largo de la obra) hace al Maestre confiar de pleno en todo lo que dice el Comendador y lo cual en cierto modo (cosa que también Lope pone mucho énfasis en denotar) lo exime de toda responsabilidad en los futuros acontecimientos.
Más tarde otra situación y de las más importantes del acto es la conversación de dos mujeres de Fuente Ovejuna: Pascuala y Laurencia. La conversación trata de la posibilidad que tiene Laurencia de “liarse” con Fernán Gómez ya que éste insistía antes de irse a la guerra desde hacía mucho tiempo en estar con ella. Sin embargo ella decía, que no por su categoría iba ella a rendirse ante él, siendo éste una persona que no la quería para casarse con ella sino que, como ella afirma duramente él sólo la quiere para tenerla un tiempo y dejarla como había hecho ya con muchas otras. En esta discusión la opinión que parece inamovible de Laurencia se ve puesta en duda por Pascuala la cual dice que al igual que muchas otras acabaría cediendo.
Aparecen en ese momento Frondoso, Barrildo y Mengo; otros tres convecinos que están discutiendo un tema sobre el cual las dos mujeres se interesan escuchando las apuestas que ellos hacían sobre quien sería el poseedor de la razón. El tema, bastante curioso, resultó ser si existía o no el amor, afirmando Mengo que no existía nada más que el amor por uno mismo y contradiciéndole los otros dos. Se establece un debate entre los cinco personajes, no sacando nada en claro. En estos momentos aparece Flores uno de los “ayudantes” del Comendador el cual empieza a relatar las maravillas de la guerra recién terminada y que había sido vencida por el bando del jefe del que así hablaba y del Maestre.
Más tarde en otro lugar habla el Comendador con los dos alcaldes de Fuente Ovejuna, dando este las gracias a los otros dos por tanto ellos como su pueblo haberlo recibido tan cortés y alegremente después de su regreso de la victoriosa guerra.
Dirigiéndose después de la charla a la casa de la encomienda el Comendador se encuentra a Pascuala y a Laurencia en la puerta por casualidad. Éste las intenta convencer de que entren con él para unos menesteres que solo él conoce con la excusa y grandiosidad de su reciente batalla ganada. Estando éstas ignorándolo de mala manera (como ambas demostraron en la primera de sus conversaciones) éste dándose cuenta deja las palabras y pasa a los hechos y manda a sus protegidos Ortuño y Flores que las metan en la casa y si lo consiguiesen, que cerrasen la puerta. Aquí se da el primer intento del Comendador de forzar a las mujeres de ese pueblo.
Luego hay una parte donde los reyes Católicos son informados de la victoria en Ciudad Real y donde éstos mandan un par de regidores en busca de Fernán Gómez a Fuente Ovejuna.
Ya para terminar el acto se da el encuentro entre Laurencia y Frondoso, donde éste le declara a ella su amor y ésta, mal o bien, le da de lado y viendo que se acercaba el Comendador, él se esconde. Llegado éste hablando con ella, la intenta una vez más forzar, cosa a la que ella se niega y en pleno forcejeo creyéndose el noble que estaban solos aparece Frondoso empuñando una ballesta que el Comendador había dejado en el suelo, pues antes de encontrarse con Laurencia él iba de caza. Laurencia huye pues y Frondoso sin hacerle nada advierte al agresor que no quiere nada de él, nada más que lo acaecido no volviera a darse. Pero tal interrupción al poderoso lo enciende de tal manera que amenaza al villano que se vengará de tal afrenta.






SEGUNDO ACTO:






El acto comienza con un diálogo sobre la astrología al que luego, Leonelo y Barrildo se incorporan cambiando el tema a la utilidad de la enseñanza de la universidad salmantina. Llega pues Juan Rojo quejándose de la poca abundancia de bienes (cosecha) que hay en el pueblo, y claro, achacando el mal al que dirige el pueblo desde más arriba, es decir, el Comendador. Esto no saca pues el tema de los agravios de éste y del poco bien, además que trae al pueblo. Sale pues, el hombre del que todos hablaban acompañado, como no, de sus dos mancebos. Éste les hace sentarse para que escuchen lo que éste les tenía que decir, que no era sino la queja de que la hija del alcalde, Laurencia, no quería nada con él y la aún más fuerte y malhumorada queja de la necesidad del prendimiento de Frondoso por el agravio realizado en el campo hacia su persona. Entonces los ciudadanos allí presentes, con su alcalde y el regidor delante, además de hacer caso omiso a las quejas del mandatario le echan en cara todos los inconvenientes que éste está trayendo al pueblo. Fernán Gómez se enciende y echa a éstos con malos modos del lugar de reunión prometiendo una satisfacción de su parte.
Poco después de dicho incidente aparece un soldado advirtiendo al jefe de la Encomienda que Ciudad Real está casi tomada por los Reyes Católicos y que tendrá que darse prisa si quiere impedirlo; esto hace que Fernán reúna a todos sus hombres y marche apresuradamente hacia la Ciudad Castellano Manchega.
Antes de marchar éste tiene un incidente con una mujer que quiere llevarse con él (para variar) y que Mengo siendo el único hombre presente en el agravio impide a costa de un montón de latigazos.
En otro lugar Frondoso vuelve a pedir el amor de Laurencia, que está ya más conmovida por la actuación valerosa de éste frente al Comendador, medio accede. En esos momentos llega el padre de Laurencia, el alcalde, y dándose cuenta de la situación da la mano de Laurencia a Frondoso, el cual queda rebosante de felicidad.
Ya en Ciudad Real el Comendador habla con el Maestre después de la batalla perdida contra los Reyes Católicos. El Comendador se limita a recomendar la huida al Maestre, la cual él rechaza siendo contraria a su pensamiento.
En Fuente Ovejuna se celebra la boda entre Frondoso y Laurencia, con los consiguientes cantos, bailes y alegría. En esos momentos aparece el Comendador y sus esbirros y pide a sus ayudantes que los meta presos a Frondoso y a Laurencia frente a todo el pueblo que observa admirado.






TERCER ACTO:






Este tercer y último acto comienza con la reunión del pueblo con un tema principal: analizar el comportamiento del Comendador y si éste es en realidad merecedor de castigo; y, en ese caso, cómo se puede aplicar.
Se empieza hablando de lo mal que va el pueblo económicamente, también de la poca libertad de la que gozan sus habitantes y de los agravios que continuamente hace el dirigente de él.
En esos momentos aparece Laurencia toda maltrecha, recién escapada de su prisión, reclamando a gritos poder tomar parte y voz en el consejo de hombres que allí se está realizando. Con esto se recuerda además la prisión de Frondoso por defender sus derechos y los problemas que el Comendador siempre origina con las mujeres. Por otro lado Mengo suma su voz recordando los latigazos que le fueron propinados por otra razón semejante.
El pueblo se organiza en un revuelo y decide tomar la justicia por su mano,tomando por la fuerza la casa de la Encomienda y asesinar al Comendador por sus maldades.
Las dudas en cierto momento surgen por la carencia de armas en comparación de los guardianes de la casa antes nombrada y en nombre de quién realizarían la acción. Deciden pues hacerlo en nombre de Fuente Ovejuna y de los Reyes Católicos pensando que si a los reyes el poder les viene de Dios, qué mando debe poseer un Comendador para poder estar contra el rey.
Pero en esto también toman parte las mujeres, provocadas por Laurencia, siendo éstas las principales agraviadas.
Llegados pues al palacio del Comendador derrotan las puertas y a sus guardianes y matan a su dirigente clavando posteriormente su cabeza en una pica. A sus sirvientes, Flores y Ortuño, les dan buena cuenta las mujeres.
Flores, vivo aún, llega a contar la revolución de Fuente Ovejuna al rey, desconocedor éste de la traición del personaje. Don Fernando manda a un juez y a un capitán a comprobar si en realidad hubo delito.
En Fuente Ovejuna sus pobladores prometieron decir que el Comendador fue muerto por Fuente Ovejuna. Entonces llegado el juez al pueblo por medio de tortura, engaños y demás lo único que sacó del interrogatorio fue:¿Quién mató al comendador?, Fuente Ovejuna, señor *¿quién es Fuente Ovejuna? Todos a una, señor.*(esta última parte no aparece en el libro).
Después de un exhaustivo interrogatorio volvió pues el juez al palacio del rey transmitiéndole lo ocurrido a éste. Fernando, el rey, al no entender lo ocurrido dejó paso para que el mismo pueblo se lo explicase. El pueblo de Fuente Ovejuna le dijo que todo había sido por los agravios que el Comendador les hacía y que todo lo hicieron en el nombre del rey mismo y de la reina. Don Fernando de Aragón al oír esto no tuvo más remedio que absolver al pueblo de toda culpa, y así fue, todo el pueblo quedo absuelto de culpa